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De la ciudad de los niños a la ciudad del graffiti.

Revista Guadalajara

Actualizado: 12 oct 2019


Pablo Lemus (acalde de Zapopan) ha decidido impulsar un proyecto que nos recuerda al aplicado en Medellín, Colombia hace unos años, pero nos surgen varias preguntas: ¿Qué tan factible es pintar por todos lados una ciudad? ¿Por qué estos "murales" no están dentro de Puerta de Hierro, en Ciudad del Sol, Rancho Contento o Valle Real? ¿Pondría él alguno de estos murales en la calle de su lugar de residencia? ¿Son murales artísticos o contaminación visual? ¿Es seguro que haya este tipo de intervenciones urbanas sobre avenidas y calles? ¿Cual es la importancia de la señalética dentro de una ciudad?


Zapopan como toda el área metropolitana sufren de un contaminación visual crónica, hay cientos de cables aéreos por toda la ciudad que parecen ya telarañas urbanas postapocalípticas, anuncios publicitarios de negocios que no tienen ningún mínimo de sentido de la estética (entre más chillón mejor, más llama la atención), postes por todas las aceras que hacen el trabajo de obstáculos físicos y visuales, carteles de negocios atados a cualquier valla metalica, muros que promocionan la proxima venida de la banda norteña en turno, tendederos de ambulantes en algunas vías y ahora a esto hay que sumarle la nueva onda "graffitera kitsch" que Pablo Lemus ha decidido propagar por la ex-villa maicera que hoy se hace llamar ciudad de los niños.


Este tipo de intervenciones tendrán sus adeptos y sus detractores, lo interesante es saber si en lugar de provocar armonía, este tipo de intervenciones provocan más confusión y ruido en una ciudad en la que las señales de tránsito y la señalética en general son meros adornos perdidos y olvidados a los que nadie presta atención ante la saturación de tanta basura visual y que por la misma falta de políticas urbanas y de seguridad vial, hacen que las calles de la metrópoli sean menos legibles, menos seguras y más caóticas al momento de transitar en ellas.

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